La tradicional exaltación se completa con una muestra etnográfica y unas jornadas
8/8/2009
Mirar al mar desde Cabo es poner los ojos frente al oro negro del mar gallego; en unas bateas que son también pilares de la economía del municipio. Sin embargo, aunque la omnipresencia del mejillón queda clara con solo echar una ojeada desde el litoral de O Castro, las cíclicas crisis del sector llevan tiempo empañando ese poderío del bivalvo en tierra. Pero puede que las cosas estén cambiado. Para muestra, lo sucedido ayer. Sentados a la misma mesa, representantes municipales, bateeiros, empresarios y vecinos dieron cuenta de lo que habrá en la octava Festa do Mexillón; un programa donde se ponen granos de arena desde todos los ámbitos para hacer rey al anaranjado producto de las bateas.
Sin duda, variada es el adjetivo que mejor define a la programación. Solo así se entiende que, al amparo de la tradicional fiesta del bivalvo, que se celebrará los días 14 y 15, estén previstas desde jornadas culturales a una muestra etnográfica, concursos o, cómo no, todo tipo de cuchipandas gastronómicas.
Todo arrancará el día 14 a las 12.30 horas. En ese momento, se inaugurará la primera muestra etnográfica de la fiesta. ¿De qué va? Un miembro de A Gamela, la entidad que se encarga de la exposición, explicó ayer que se trata de que no se pierda la cultura marinera, por lo que van a verse barcos antiguos, todo tipo de aparejos, una enorme maqueta de una batea e, incluso, habrá talleres para aprender a maniobrar y aparejar las velas.
Ya por la tarde, ese mismo día, habrá una conferencia, cómo no, relacionada con el mar, el mejillón y una de esas cosas que trae de cabeza a los bateeiros: las biotoxinas. Al término de la charla, quienes se den cita en Cabo deben prepararse para una lagar velada gastronómica.
Certamen
No en vano, primero tendrá lugar un concurso de platos con el mejillón como protagonista. Se trata de un certamen en el que puede participar todo aquel que tenga mano entre los pucheros y que organiza la asociación de Vecinos A Unión. Acto seguido, sobre las nueve, y como manda la tradición, habrá una degustación de paella, al precio de un euro la ración. Igualmente, y como no podía ser de otra manera, se servirán mejillones al vapor y se podrá bailar al son de Os Armadanzas y Azúcar.
Ya el sábado, a partir del mediodía, no habrá estómago que se resista. Un año más, se espera que cientos de personas se acerquen a la carpa de la explanada portuaria para degustar hasta 5.000 kilos de producto. Aunque la organización todavía no desveló todas las recetas que habrá, adelantó que se podrá probar paté, tortilla o bivalvo en salsa tártara.
Para quienes el 15 quede muy lejos y deseen ir haciéndose al sabor del molusco, deben saber que, al amparo de una iniciativa de la ABE, un total de 16 restaurantes de Boiro organizan una ruta del mejillón del 10 al 16. Es decir, no hay excusa para no llevarse a la boca el producto que mejor define a Cabo.
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