2009

exaltación


Sachando mejillones en las leiras del mar

Cabo de Cruz exalta hoy y mañana al oro negro de la ría de Arousa

14/8/2009

Volver «Colleitar mexillón non é moi distinto de colleitar millo; primeiro botas o millo, despois raréalo e cando está para a colleita, apáñalo, volves a sementar...». Al timón del Gedasan, un barco mejillonero con base en el puerto de Cabo de Cruz (Boiro), Daniel Sánchez y su amigo Manolo Domínguez (que también responde por Óscar) ponen rumbo a una de las cinco bateas que Daniel y su hermano tienen en Arousa.

Mientras el motor del Gedasan surca acompasado sobre aguas tranquilas, Daniel frunce el ceño cuando se le pregunta sobre cómo anda el sector: «Están facendo os pagos incluso cun ano de carencia, e así é moi difícil, moita xente o vai pasar mal».

Convencidos de que cualquier promoción que se haga de este oro negro es básica para la supervivencia de quienes lo cosechan, Daniel y Manolo coordinan la fiesta de exaltación que se celebra hoy y mañana en Cabo de Cruz. Pero creen que la publicidad no es suficiente y que el sector necesita reorganizarse y estar más unido que nunca ante un panorama económico muy complicado. La batea se va haciendo grande según nos acercamos. «Nestes cincocentos metros cuadrados que ten -dice Daniel- aínda facía eu unha casa e unha horta». El eucalipto cruje con los movimientos del mar. «Só poden ser de eucalipto, pola súa flexibilidade, sempre digo que é para o único que vale ese árbol», bromea Daniel. De cada travesaño cuelgan las quinientas cuerdas de doce metros en las que engordan, como tubérculos subacuáticos, los bivalvos anaranjados.

Cada batea produce más o menos unos 100.000 kilos de mejillón al año. Y con los 500.000 kilos de las cinco bateas, la familia Sánchez se mantiene a flote, «aínda que a cousa non anda ben para ninguén», explica el patrón del Gedasan. Abril, mayo y junio no son los mejores meses para el mejillón, porque es la época del desove. Pero, ahora mismo, «está moi ben de carnes e aguanta ata marzo», explica Daniel.

Un mejillón de calidad que llegue a un supermercado no ha estado menos de diez meses o un año en la batea, incluso se puede llegar a los quince meses. Y los mejores son los de la proa, porque son los que están en primera línea de la corriente y se alimentan antes.

-Sempre se considerou que o mexillón é o marisco dos pobres porque é asequible, pero é un produto ben digno e sabroso...

Los dos canales de distribución son la depuración, para el consumo en fresco, y los cocederos y las fábricas de conserva. Daniel echa en falta un esfuerzo colectivo para que productores, depuradores y conserveros unan intereses y trabajen juntos con el fin de salir a flote en una crisis que no perdona a nadie.

Gerardo y Daniel heredaron algunas bateas, y otras las fueron adquiriendo. Una de estas gigantescas leiras del mar no cuesta menos de 50.000 euros, y la mayor parte se construyen en Mañóns, con una vida útil de diez a doce años. Si uno se empeña además para comprarse un barco como el Gedasan, equipado con la tecnología más moderna para optimizar la producción, hay que añadir a la cuenta otros 480.000 euros. Y vendiendo el kilo de mejillón a 0,50, hay que sachar mucho mar para llegar a fin de mes.

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